Procedimiento de exploración y de muestreo de suelos que consiste en hincar en el suelo un muestreador de tubo partido o una herramienta similar, mediante la aplicación de golpes de un martillo de 63.5 kg, que se deja caer desde una altura de 0.75 m. Como
medida de la resistencia a la penetración se registra el número de golpes necesarios para penetrar una distancia de 0.3 m. Este número, N, ha sido correlacionado con algunas propiedades relevantes del suelo, particularmente con sus parámetros de resistencia al corte, capacidad portante, densidad relativa, potencial de licuefacción, etc. (Norma ASTM D1586, Bowles, 1982, Seed, 1979).